Libertad como derecho natural

(Diario16, 26 de septiembre de 2012)

Aunque con buenas intenciones, quizás muchos liberales han utilizado una poco efectiva estrategia de marketing para vender las ideas principales del liberalismo. Uno de los errores de muchos liberales ha sido enfocarse solamente en los posibles resultados económicos de garantizar libertades, dejando de lado la defensa de la libertad como derecho natural de las personas, o dándole poca importancia.

Los liberales reconocemos que la libertad es un derecho natural de la persona. Sin embargo, quizás pensando que ello no es suficiente para defender la doctrina liberal, muchos han optado por basar su defensa de las libertades en las posibles consecuencias positivas del liberalismo (en términos de progreso económico, sobre todo), y no en el aspecto más importante de la doctrina liberal: que todos tenemos derecho a ser libres de coerción, libres para acertar, pero libres también para equivocarnos.
Esta poca defensa de la libertad como derecho natural por parte de muchos liberales ha sido un error. La libertad es un derecho natural de las personas, y debe ser defendida al margen de los resultados que la libertad pueda tener en las personas y en las sociedades. De hecho, como liberales no deberíamos temer en aceptar que las personas en libertad cometen errores. Así, Friedrich Hayek en su clásica obra The Constitution of Liberty reconoce lo innegable: que las personas pueden cometer errores cuando tienen libertad.
Son muchos los ejemplos de errores en libertad. Un empresario, por ejemplo, puede libremente (y sin recortar la libertad de nadie) decidir abrir una sucursal que finalmente le hace perder mucho dinero, quizás por un error en su evaluación de las ventas o los costos de la sucursal. O imagine un especulador que compra una casa pensando que el precio de dicha casa subirá. El especulador podría haber realizado una evaluación incorrecta de las tendencias de los precios de los inmuebles, quizás no tomando en cuenta información relevante. O considere un adulto que consume diariamente una cajetilla de cigarrillos (en espacios abiertos, sin perturbar a nadie), pese a los supuestos efectos negativos en su salud.
En muchos casos como en los mencionados las personas en libertad pueden tomar decisiones que probablemente muchos consideremos errores. Aún así, las personas tienen el derecho de cometer errores en libertad y de, ciertamente, resarcirse luego también en libertad. Los liberales no negamos que las personas puedan cometer errores; pero pensamos que el resto de la sociedad a través del Estado no tiene derecho a elegir por ellos, es decir, no tiene derecho a quitarle la libertad a elegir a las personas bajo la premisa de que es posible que cometan estos errores en el uso de su libertad individual.

Para un liberal, la libertad es deseable no porque ella lleve a que las personas tomen decisiones acertadas bajo todo punto de vista en todo momento, sino porque las personas tienen derecho a escoger qué hacer con sus vidas libres de coerción. La libertad es deseable pues como derecho natural de las personas.

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