2013: ¿Buen año nuevo?

(Diario16, 2 de enero de 2013)
Existen muchas razones para no ser optimistas con respecto al desempeño de la economía mundial para el próximo año. La principal razón es la continuación de la política monetaria expansiva llevada a cabo por la Reserva Federal de los Estados Unidos (el Banco Central de los Estados Unidos). Con los recientes anuncios de que la Reserva Federal continuará aumentando la masa monetaria (la cantidad de dólares en circulación), el crecimiento económico mundial seguirá siendo artificial y, por lo tanto, el riesgo de caer en una nueva recesión mundial será cada vez mayor.
Como ya hemos mencionado en esta columna, si el crecimiento de una economía se financia en gran parte con el crecimiento de la liquidez (por el crecimiento de la cantidad de dinero), entonces el crecimiento económico no será sostenible. Eventualmente, el crecimiento de la liquidez dejará de tener efecto en la producción y se producirá una fuerte contracción.
La Reserva Federal ha aplicado una política monetaria expansiva desde hace varios años, lo cual ha tenido un efecto en el crecimiento mundial. El Perú no ha sido ajeno a dicho crecimiento artificial de la economía mundial. Que los precios internacionales de los metales sean altos, que haya una formidable demanda por nuestras exportaciones, que ingresen capitales de corto y largo plazo, y que la economía peruana crezca, se debe en gran parte al crecimiento de la liquidez mundial, es decir, al crecimiento de la cantidad de dólares emitidos por la Reserva Federal de los Estados Unidos.
Lamentablemente, en el Perú, varias autoridades económicas siguen tratando de vendernos la idea de que el crecimiento económico que experimentamos se debe a algo especial que hemos hecho como país en los últimos años. ¿Pero hemos hecho algo realmente especial para poder crecer a altas tasas en los últimos años? ¿Hemos solucionado los problemas institucionales como el crimen y la corrupción? ¿Nos hemos vuelto mucho más competitivos? ¿Hemos mejorado ostensiblemente el capital humano? ¿Hemos mejorado nuestro talento empresarial? ¿Hemos mejorado la infraestructura vial del país? ¿Hemos, por lo tanto, mejorado nuestro potencial productivo?
Ciertamente, no tenemos las mismas políticas económicas de los ochenta. Nuestra inflación es relativamente baja. Las cuentas fiscales también se mantienen bajo control. Y la intervención del Estado en los mercados es mucho menor que hace 30 años. Sin embargo, la competitividad de la economía peruana no ha mejorado de manera significativa. Nos parece, pues, difícil que sin mayores aumentos en productividad podamos sostener tasas de crecimiento económico por encima de 6%.
Muchos economistas no parecen darse cuenta del problema en que nos encontramos. Aparentemente, muchos viven en una permanente negación sobre los efectos nocivos de la liquidez mundial. Quizás mientras la liquidez siga en aumento y mientras la economía mundial siga creciendo artificialmente, las autoridades económicas y muchos colegas seguirán señalando que crecemos fuertemente porque nuestras bases son sólidas y porque enfrentamos una alta demanda internacional por nuestros productos y un alto ingreso de capitales. El problema con ese argumento es que ni nuestras bases de crecimiento son sólidas ni el crecimiento de la demanda y la llegada de capitales son sostenibles.
Por lo tanto, debemos estar preparados para el momento en que el crecimiento de la economía mundial se desacelere. Los peruanos no deberíamos creer que nuestra economía y, por lo tanto, nuestros ingresos seguirán creciendo artificialmente por siempre. ¿No deberían entonces las autoridades enviar señales a la población de que es mejor ser conservador, sobre todo en lo referente a endeudamiento, y que es más bien momento de empezar a ahorrar?

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