Analistas políticos

(Diario16, 23 de marzo de 2013)

En los últimos días hemos escuchado a diversos analistas políticos comentar sobre los resultados finales del proceso de revocatoria, donde el NO obtuvo un triunfo sobre el SÍ. Mostrando bastante seguridad en sus afirmaciones, muchos analistas mencionan diversos factores que llevaron al triunfo del NO: hablan de los deslices de Marco Tulio Gutiérrez, hablan de los audios de Luis Castañeda, hablan de la exposición de motivos, hablan de la campaña bien organizada del NO y hablan del mea culpa de la alcaldesa como factores determinantes.

Nos sorprende la seguridad que demuestran tales analistas cuando tratan de explicar las razones detrás del triunfo del NO. Y nos sorprende porque en realidad, como académicos, como científicos sociales, sabemos que una afirmación sobre una relación causa-efecto debe siempre hacerse sobre la base de un análisis científico serio. Preguntamos entonces lo siguiente: ¿qué análisis estadístico o quizás econométrico han realizado para estar seguros de los argumentos que esbozan? ¿Qué hipótesis han contrastado con la evidencia empírica y qué data han usado? ¿O lo único que han hecho ha sido mirar la tendencia de las encuestas?

Consideremos, por ejemplo, el argumento de que el repunte del NO en la última semana se debió al mea culpa de la alcaldesa. Podríamos llegar a sostener que este golpe de pecho fue la razón detrás del repunte en las preferencias por el NO si ningún otro factor se hubiera presentado en esos días. Si dicho mea culpa hubiera sido el único factor presente en esa semana, entonces podríamos señalar que probablemente fue determinante en el triunfo del NO, o al menos en el aumento en las preferencias de los votantes por el NO en la última semana. Sin embargo, en realidad, hubo factores presentes en aquella semana que pudieron haber cambiado el resultado. Los deslices de Marco Tulio Gutiérrez, la poca seriedad de los impulsores de la revocatoria demostrada en la exposición de motivos, o los audios de Castañeda pudieron haber sido factores determinantes. Dado que varios factores pudieron haber impulsado el triunfo final de la alcaldesa, no podemos determinar fácilmente cuál o cuáles factores contribuyeron al resultado final, a menos que contemos con un análisis econométrico serio y profundo.

Que es difícil en realidad determinar si hubo o no un factor determinante en el resultado final es claro cuando consideramos que quizás el electorado limeño es bastante volátil o que no analiza seriamente por qué opción votar hasta unos pocos días antes de la elección. Es posible que parte (o gran parte) de los limeños hayan analizado los pros y contras de la revocatoria recién días antes del día de la elección. De hecho, que muchos electores peruanos deciden su voto en los últimos días antes de la elección parece tener algo de sustento cuando vemos que en los últimos procesos electorales (tal como la elección municipal del 2010 o la elección presidencial del 2011) se produjeron cambios importantes en las preferencias electorales en los últimos días (y semanas) antes del día de la elección.

Los analistas políticos no deben, pues, vender la idea de que son capaces de identificar con toda seguridad las causas de los cambios en los resultados de las encuestas, sobre todo en países como el nuestro, donde los votantes quizás no deciden su voto con anticipación. Si los analistas no realizan una estimación estadística y econométrica seria de las posibles relaciones causa-efecto, ¿cómo pueden atreverse a sostener con toda seguridad que conocen el factor determinante del triunfo del NO?

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