Tipo de cambio y booms: El peligro de la intervención estatal

(Diario16, 23 de enero del 2013)
Muchos analistas comentan que el Banco Central de Reserva (BCRP) debe intervenir activamente para evitar la caída del tipo de cambio. “Se arruinarán los exportadores”, sostienen algunos. “Los manufactureros locales no podrán competir con las importaciones”, señalan otros. Para parte de la opinión pública, la demanda de una mayor intervención del BCRP parece sensata. ¿Debe, entonces, el BCRP intervenir en el mercado cambiario para evitar la depreciación del dólar contra el sol, es decir, para evitar la caída del tipo de cambio?
La teoría monetaria nos enseña que la evolución de largo plazo del tipo de cambio depende de las políticas monetarias. La moneda de un país A se deprecia con respecto a la moneda de un país B cuando el banco central del país A emite mucho dinero y el banco central del país B no emite tanto. La Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) ha inyectado una gran cantidad de dólares en la economía mundial. El Banco Central de Reserva del Perú, por el contrario, ha mantenido una política bastante más conservadora, es decir, no ha apelado a la “maquinita” para “inflar” a la economía. Por lo tanto, la política monetaria expansiva de la FED y la política monetaria conservadora del BCRP han llevado a la caída del tipo de cambio, es decir, han llevado a la depreciación del dólar con respecto al sol. En estas circunstancias, el único mecanismo que tiene el Banco Central de Perú para evitar una caída de largo plazo en el tipo de cambio es la aplicación de una política monetaria expansiva, es decir, la emisión de una gran cantidad de soles.
El problema con la recomendación de que el BCRP evite la caída del tipo de cambio es que los efectos económicos de largo plazo de una política monetaria expansiva son bastante adversos. La experiencia histórica nos puede ayudar a entender por qué una política monetaria expansiva puede ser tan dañina para la economía. Tal como sostiene Murray Rothbard en su libro “History of Money and Banking in the United States”, en la década de 1920, la Reserva Federal de los Estados Unidos optó por una política monetaria expansiva con el fin de evitar la apreciación del dólar con respecto a la libra esterlina. Es decir, la Reserva Federal no permitió que el tipo de cambio bajara. Para ello redujo la tasa de interés, es decir, “infló” la economía norteamericana. El efecto de esa política en el mediano plazo fue la creación de burbujas, tanto en el mercado inmobiliario como en la bolsa de valores. Es decir, la inyección de liquidez por parte de la Reserva Federal permitió que el tipo de cambio no caiga en los Estados Unidos, pero generó un enorme problema financiero. Hacia 1929, el boom inmobiliario y financiero era insostenible. Se produjo entonces la peor crisis financiera de los Estados Unidos en el siglo XX.
Este, ciertamente, no es el único caso en el que podemos ver claramente los efectos negativos de las políticas monetarias expansivas (para evitar que el tipo de cambio caiga) y su relación con los booms económicos artificiales. Debemos, pues, tener mucho cuidado con el tipo de cambio y las políticas monetarias que recomendamos. Una política monetaria expansiva para evitar la caída en el tipo de cambio puede ocasionar serios problemas financieros.

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